El proceso emprendedor en Catalunya en 2019

El proceso emprendedor en Catalunya en 2019

La Catalunya Sud emprende. La tasa de actividad emprendedora de las comarcas de Tarragona fue en 2019 lmás alta de entre las cuatro demarcaciones catalanas, según los resultados del último Global Entre-preneurship Monitor (GEM)-Catalunya 2019-2020.
Con una TEA (Total Entrepreneurial Activity) del 14,44%, Tarragona cuenta con el porcentaje más alto en Catalunya de personas entre los 18 y los 64 años que han puesto en marcha una empresa durante el último año sin llegar apagar salarios más de tres meses(emprendedores nacientes)o que poseen un negocio que ha pagado salarios entre tres y 42 meses (emprendedores nuevos).
Esa tasa sitúa a las comarcas del sur de Catalunya por delante de Lleida (con una TEA del 14,26%),Barcelona (7,14%) y Girona(7,12%), y más de seis puntos por encima de la media catalana, que en 2019 fue del 8,31%. Tras el estallido de la pandemia de Covid-19, sin embargo, esa fotografía de 2019 podría ser Prehistoria.

¿Qué sensaciones da hoy el emprendimiento en la Catalunya Sud?
Carlos Guallarte, profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director de este estudio, recuerda que el margen de error muestral en Tarragona (un 6,76%) es más alto que en el conjunto de Catalunya (2,19%). Hecha la salvedad, la pandemia sin duda abre nuevas perspectivas. «Si el comportamiento es similar al de la otra crisis analiza Guallarte, en referencia a la Gran Recesión de 2008, supongo que también se notará el emprendimiento por necesidad, que se concentró sobre todo entre 2011 y 2014».
Pero, a diferencia de otros momentos, la autoocupación no parece que pueda seguir ahora los mismos patrones. Capitalizar el paro
y montar un pequeño negocio de cara al público no se perfila como una salida a corto plazo. «Todo ese tipo de negocio relacionado con el turismo, los servicios, el ocio… va a quedar muy tocado. Seguramente, durante un año o dos la gente intentará subsistir como pueda hasta que surjan oportunidades», vaticina este profesor de la UAB.
La aceleración de la transformación digital concentra muchas de estas oportunidades en proyectos de base tecnológica, al alcance so- lo de unos determinados perfiles emprendedores. Son los que se están encontrando hoy en la Càtedra d’Emprenedoria de la Universitat Rovira i Virgili (URV), cuyo director, Xavier Càmara, constata que se están recogiendo los frutos de un trabajo constante a lo largo de años: «Ya hace tiempo que aquí en el territorio las cosas se están tra-bajando bien, con centros e instituciones que dan apoyo al emprendimiento».

«De unos 40 emprendedores anuales asesorados en la cátedra hemos pasado a más de 100 explica Càmara, y cada vez más los estudiantes se están acogiendo al emprendimiento como una opción real». Con una tasa de desempleo juvenil del 40,4% en el último barómetro de Eurostat,España es el estado miembro de la Unión Europea con las oportunidades laborales más sombrías para sus jóvenes, solo seguido por Grecia (un 37,8% de desempleo juvenil) y a mucha distancia de la media de la UE (17,1%) y de estados como Países Bajos (10,7%) o Alemania (6%).

Necesidad y oportunidad
¿Es el emprendimiento una salida laboral en formato de autoempleo para estos jóvenes?
Aunque pueda terminar siéndolo, Xavier Càmara ve particularidades cuando hablamos de «la comunidad universitaria, que es de donde se alimenta la Càtedra d’Emprenedoria». «Los emprendedores -explica Càmara- lo ven como una salida atractiva, porque un universitario con cierto talento y creativo, todavía sin obligaciones familiares, prefiere mil veces montarse su negocio que ir de asalariado a una
empresa donde anulen su creatividad. Ellos tienen un talento que pueden explotar, más que una cuestión de necesidad».
«El empendimiento por necesidad -prosigue- acostumbra a estar alrededor del 25%. El otro 75% es por oportunidad. No pienso que la necesidad sea la gran base. Quizás ahora [con la crisis derivada de la Covid-19] se incremente a un 30%, pero en épocas de crisis no pasaba de ahí».
«Hoy en día -vaticina Càmara-, con la Covid, ha cambiado el panorama. Para poner en marcha un negocio digital no es suficiente con capitalizar el paro y ponerle ganas. No todo el mundo podrá hacer ese emprendimiento para salir de la crisis».
De nuevo el reskilling (la recapacitación en habilidades que no se tenían) se asoma como determinante en los próximos tiempos.

Noticia publicada a Diari de Tarragona.